Capítulo 12
Celos
— ¡Edward detente! ¡Suéltalo!
El otro mas menudo le saltó encima a mi esposo tratando de ayudar a su acompañante. Matthew forcejeaba con Edward desesperadamente, confundido y territorial, su acompañante le temó por las rodillas “casi” haciéndolo caer, pero por acto reflejo lo pateó.
— ¡Edward! ¡Edward! ¡Mírame…! ¡Amor! — dije ya afligida.
En ese momento se detuvieron y el clavó sus ojos negros en mi. Ayer habíamos cazado y ya los tenía negros de repente. Su mirada era recelosa, pero luego se llenó de ternura y alivio.
Se arregló para separarse de los vampiros que tenía encima y vino hacia mi, se quedó contemplándome por tres segundos como si el verme fuera todo lo que necesitaba. Pero al parecer no, porque me tomó contra su cuerpo, sus brazos entrelazados en mi cintura , apretándome mas a el procurando no dejar ni la mas mínima distancia sobre nosotros. Mis pies no tocaban el suelo y me besó con fiereza. Tal vez no era la clase de beso que se pudiera dar con público presente, pero había estado tan preocupada y asustada por el, que me dejé llevar por la pasión con la que nuestros labios se aprisionaban. Enredé mis manos es su cabello y le devolví el beso con todas mis ganas.
En un momento fue tal el deseo y la pasión que sin pensarlo entrelacé mis piernas alrededor de su cintura y nuestros cuerpos estaban incrustados y se movían de una manera poco conveniente para los vampiros presentes, además de los invitados.
Mas de uno carraspeó, me sentí tan avergonzada…
— Disculpen a nuestros enamorados — se excusó Carlisle por nosotros — son una tanto… cariñosos.
Los vampiros presentes emitieron una risita burlona.
— Tranquilos, el amor de vampiros es tan joven… — suspiró Matthew.
— ¡Pero si estos parecen recién casados en su luna de miel! — agregó el otro carcajeándose libremente. Me percaté de su presencia apenas los oí hablar. Era parecido a Matthew, a diferencia de que parecía mas joven, mas menudo y su cabello tenía destellos dorados. Guapo, bastante guapo. Aunque por supuesto mi marido llevaba, aún, la delantera.
A Edward no le importó lo que dijo y prosiguió con nuestro beso, saboreando cada rincón de mi boca, con suaves caricias de su lengua. Este hombre iba a matarme. Lo sentí tensarse y de nuevo gruñó, pero esta vez con más ira. Se embistió contra Matthew otra vez y lo tiró de nuevo al piso.
Y ahí lo entendí todo. A veces, el que tu esposo lea mentes, no era de lo mas conveniente.
Edward POV
No podía creer lo que ese maldito desgraciado había estado pensando.
¿Acaso no tenía ética? Los pensamientos inapropiados hacia una mujer casada, aún son mal vistos, según lo recuerdo. Me vale un cuerno si sabía o no que era casada, pero de todos modos es una falta de respeto mirarla tan descaradamente.
No pude resistir el aprisionarla contra mí y besarla. Sentir que era mía y plantarle cara al estúpido de Matthew.
Según leí en su mente se llamaba Matthew Caffrey, convertido a los 24 años, inglés, polimorfo (lo que explicaba sus inusuales ojos), hermano de Christopher Caffrey, mujeriego Casanova, el típico playboy, y por lo que veo un desubicado.
Tenía a Bella en mis brazos, acariciando su cuerpo y explorando su boca, me era difícil controlar mis deseos, además de recordar que había personas presentes.
Se dejó llevar por el momento al igual que yo. Esto no era solamente en respuesta al nuevo vampiro, sino como un reencuentro. Luego de pensar lo peor, y de estar preocupado a muerte, se sentía increíble y consolador el tenerla tan cerca, totalmente a salvo. Y sobre todo, conmigo.
En medio de toda esta confusión, aún inconsciente, la levanté del suelo. Me puso mas nervioso cuando me rodeó con sus piernas. El roce de nuestros cuerpos quemaba.
“¡Edward bájala!”
“Hijo, no seas maleducado” “Edward, por favor, esto se les está yendo de las manos”
“Descarado”
“Demonios, hermano, esperen a estar a solas”
“Así se hace, niño bonito”
Que irritante resultaban los pensamientos ajenos. Algunos mas que otros.
Oí el carraspeo de mi padre.
— Disculpen a nuestros enamorados, son una tanto… cariñosos.
Bella se sintió incómoda y se bajó con la mirada gacha. A mi me daba igual.
— Tranquilos, el amor de vampiros es tan joven… — dijo Matthew — Y sensual — pensó descaradamente
— ¡Pero si estos parecen recién casados en su luna de miel! — divulgó Christopher mientras reía burlonamente.
Me importó tres cuernos lo que decían y la volví a besar para que quedara en claro que esta perfecta mujer tenía dueño.
“Endemoniadamente sexy…” exclamó una voz mental que no quería oír.
“Pero casada…” siguió
“De seguro podrá darse un descanso para mi…” ¡maldito desgraciado!
Empezó a imaginar a mi mujer entre sus brazos, luego en ropa interior sentada a horcajadas sobre él, luego le acariciaba las piernas hasta llegar a su…
¡No! ¡Absolutamente NO!
Me fue imposible conservar la compostura y me embestí contra él, arrojándolo al piso. Ahora si, esta vez mataría a este infeliz.
Algo inesperado se presentó entre mi arranque de ira, ya no podía oírle mas. No podía, por mas que lo intentara forzadamente. Había un silencio sepulcral en su mente. Leí la mente de su hermano, y antes de que se silenciara de la misma manera, pude encontrar un dato imprescindible. Y en ese momento lo entendí todo.
Bella POV
Edward lo levantó por el cuello, pero luego se quedó rígido por unos segundos y sin darse cuenta se le escapó.
¡Lo sabía! ¡Sabía que había algo inusual en como Matthew me sonreía! Solo que fui lo bastante ingenua como para no notarlo. Y al parecer fui, también, la única.
Un rugido de furia desgarró la garganta de Edward mientras se volvía a abalanzar sobre Matthew, quién dio unos pasos hacia atrás receloso.
Mi esposo le lanzó un golpe brusco, pero el nuevo vampiro le esquivó. Hizo el amague de precipitarse contra él, pero prefirió atacar por su flanco derecho, arrancándole un gemido bajo.
Pero el ofendido volvió a atacar de forma deliberada por el frente, cegado por los celos y el resentimiento. Aventó otro golpe bruto que acertó de lleno el pecho de Matthew, haciendo que se elevara hasta chocar con una enorme roca en su caída.
Los miembros de mi familia se adelantaron, haciendo el amague de ir a frenar el enfrentamiento, sin embargo el otro vampiro — cuyo nombre aún desconocía — levantó una mano para que se quedaran en su lugar.
— Déjenlos, mi hermano se merece una buena tunda — musitó dejando a todos sin habla.
Entonces el pecado había sido mayor de lo que pensaba, si hasta su hermano lo reconocía.
Volví la mirada al encuentro, angustiada por no poder hacer nada.
Me quedé helada con lo que vi, Edward caminaba pesada y amenazadoramente hacia Matthew, quien hacía el esfuerzo por levantarse apoyándose en la roca. Pero antes de que pudiera estar en pié, mi esposo, le tomó por el brazo y lo agarró por los cabellos tirando su cabeza hacia atrás. De acuerdo, ahora si es hora de intervenir.
Todos se alarmaron, Christopher corrió al lado de su hermano para zafarlo del agarre de Edward. Inmediatamente Emmett y Jasper, acudieron en ayuda, aprisionando con sus brazos a mi marido, que se sacudía violentamente, intentando en vano, soltarse. ¡Malditos celos!
…
— Mi amor, tranquilo… — le dije acariciando su cabello, estaba hecho un manojo de nervios — no debes tomártelo tan a pecho.
Giró la cabeza y clavó su hostil mirada en mi.
— ¿No debo tomármelo tan a pecho? ¡¿No debo tomármelo tan a pecho?! ¡Eres mi esposa! ¡Claro que debo tomármelo a pecho! — Exasperó — Además, siquiera sabías en que estaba pensando. Estoy seguro que si la situación hubiera estado a la inversa, harías lo mismo.
Otra vez estaba perdiendo los estribos. Me senté en su regazo y lo abracé, recibiendo el estrechamiento de sus brazos, también. Tal vez, esto lograría tranquilizarlo.
— Ya, ya…— le susurré en el oído — tienes razón. Pero pensé que en este año que pasamos lo habías superado. Si no es así… ¿Cómo quieres soportar la universidad? — enterró su cara en mi cabello, frustrado, y suspiró. — Sabes de sobra que soy totalmente tuya. Eres el único para mi, y nada… — giró la cabeza hacia el otro lado, pero tomé su mejilla obligándolo a mirarme — escúchame, NADA lo cambiará. Te amo, Edward.
Sonrió al fin, arrancándome un suspiro, señal de que todo volvía a la normalidad, bueno… CASI todo.
— Yo también te amo, cariño. No sabes cuánto. Pero me vuelve loco que te falte el respeto de esa manera. La próxima vez voy a matarlo, si es que puedo oírlo.
Me desconcertó su confesión. ¿Si es que podía oírlo? ¿Acaso era un escudo también?
— ¿A que te refieres con eso? — inquirí.
— Ya no puedo leerle. Al principio le oía claro, pero luego simplemente me bloqueó. En realidad, su hermano me bloqueó — lo miré confundida — Christopher es algo así como un manipulador mental. Puede hacer lo que se le antoje con tu mente, ya sea bloquearte y viceversa, como obligarte a hacer algo contra tu voluntad. Alcanzó a ver lo que su hermano tenía en la mente y lo silenció.
Eso era… wow. Mi escudo serviría de mucho durante su estadía.
— Interesante — admití — Sin embargo, no te detuvo cuando atacaste a Matthew.
Se encogió cuando me escucho pronunciar aquel nombre.
— “Ese” se lo merecía. Y estoy agradecido de que su hermano me permitiera darle su merecido. Hablando de “el” — dijo con una mueca de asco — es un polimorfo. De seguro te has preguntado el porqué de sus ojos azules. El punto es que puede modificar su forma física, y por lo visto, también la de los demás. Ambos tienen un aspecto vampírico de lo mas inusual. Así pasan desapercibidos. Lástima que no pude investigar más sobre su don y el de su hermano.
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Holiz! Soy Carly!!
Weeno, para comenzar, les cuento que Mar siigue en el hospii, ha teniido algunas secuelas, pero hace el esfuerzo.
Y we, como q reciien ayer termiino el cap, pero no tuve tiempo, ii aquí estaa!! wallaá! Dice q los kiiere musho y q le dedica ste capii a Sally y a Mar. Mis mas siinceras condolencias ♥
Espero q les gustee, comente por Mar!
